Cuando los romanos llegaron a la península Ibérica, mediados del siglo II a.C., se inicia el contacto con las tribus indígenas, encontrándose con un batiburrillo de tribus y pueblos desarticulados, sin conexión entre ellos y sin conciencia de que constituían una unidad geográfica.

Toda la península estaba tapizada por un mosaico de pequeños “países” o demarcaciones cuyos lugareños se daban la espalda unos a los otros.

Uno de estos pequeños pueblos eran los TVRMOGOS, que junto con los AUTRIGONES llegaron a la meseta Norte, todos ellos de origen indoeuropeo, del grupo de los BELGAE, a quienes los habitantes de raigambre mediterránea que ya estaban en la meseta, llamaron Tvrmogos. Estos nuevos habitantes se situaron primeramente al sur de Autrigonia, fijando su residencia posteriormente al Oeste de ellos y al sur de los bravos cántabros, lo que es lo mismo, la parte central de la provincia de Burgos. Eran una pequeña tribu celta sin ambiciones guerreras y casi sin historia, su principal preocupación era explotar sus fértiles campos y cuidar sus turmas o rebaños; teniendo como “pobladores limítrofes” como se puede apreciar en el mapa.

 

Por el norte a los CANTABROS, por el sur a los AREVACOS y  PALENDONES que principalmente eran celtas, por el este a los AUTRIGONES y por el oeste a los VACCEOS; todos ellos fuertemente celtizados.

 

Muy posiblemente los TVRMOGOS fueron parte de nuestros antepasados.

Los extremos de la región Turmódiga, estaba comprendida entre los actuales pueblos  de Castrogeriz, Covarrubias, Santo Domingo de Silos, Salas de los Infantes y Piedrahita de Muño.

Tenían tres ciudades importantes, a saber: TRITIUM, en el límite oriental cerca del actual pueblo de Monasterio de Rodilla; SEGISAMO, hoy SASAMÓN, en la frontera occidental y por el centro DEOBRIGULA, entre Tardajos y Rabé de las Calzadas.

Ha de tenerse en cuenta que por aquel entonces tierras fértiles y agua disponible eran algunos de los requisitos fundamentales para asentarse en una zona, la fertilidad del suelo está comprobada así como la calidad de sus aguas.

Residían en aldeas y fortificaciones rurales y su sociedad, al igual que todos los grupos de raigambre indoeuropea, estaba estructurada en el clan con el hombre como patriarca, el poder residía en la fuerza y obedecían a reyezuelos que tenían bajo su control a varios poblados. Según algunos historiadores disponían de una especie de senado, que se reunían en asambleas para asumir decisiones comunitarias.

 

Celada del Camino, abril de 2012.